¡NO TE INTERPONGAS!
Jesús anuncia a sus
discípulos que la Misión que su Padre le ha confiado conlleva su muerte
miserable y afrentosa, para que el mundo se salve.
Pedro reacciona
intempestivamente: ¡Jamás te sucederá esto!. La respuesta de Jesús sorprende
por su aspereza -sigo la traducción original- ¡Quítate de delante de mí,
Satanás! Le responde tan fuertemente para que tome conciencia de la barbaridad
que ha dicho aún con la mejor de las intenciones. Pedro ha intentado
interponerse entre Jesús y su Padre, desvirtuando así la Misión de Jesús en
favor del mundo. Su respuesta brutal a Pedro no fue fruto de "un
pronto" sino que fue como un grito de alarma a quienes pretendemos
seguirle como discípulos. El ¡Quítate de delante de mí! de Jesús, se repite sin
cesar a todos los Pedros de la historia...entre ellos tú y yo.
Es un quítate de
delante, porque solo Él sabe el camino que conduce al Padre.... no
pretendas seguir tu propio camino sin Jesús, porque convertirías el
Evangelio en un simple florero y tus pasos no serían "de las tinieblas a
la luz" (Is 42,16) sino de tinieblas a más tinieblas aunque se
coloreen con sentimentalismos. Volvemos a oír a Jesús: (atentos Pedro y Luis y
Carmen y Fernando....)
Quítate de delante de
mí porque no sabes cómo ir a tu Padre...ten en cuenta que "Nadie va al
Padre sino es por mí" (Jn 14,6). Déjate llevar por mí al ritmo de mi
Evangelio.
P. Antonio Pavía
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