Desde su
creación, este blog pretende de una manera especial la necesidad y urgencia de
despertar vocaciones al sacerdocio y vida consagrada en este siglo XXI que
tanto necesita de Dios- al que se quiere dejar de lado- en la vida pública... y
ahora también en la privada.
Creo que
estos textos "que no son de la cosecha de nadie" sino que han sido
inspirados por Dios son nuestra aportación...¡¡¡SI, TAMBIÉN LA TUYA!!!
Por eso ¡¡¡EN NOMBRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO!!! Te animo a que hagas
llegar "este material" a toda persona que creáis oportuno,
especialmente a esos tan cercanos a tu entorno social, conventual, laboral y de
apostolado.
Le devuelvo
la palabra al Beato Manuel Domingo y Sol, a mi entender, el mayor fomentador de
las vocaciones eclesiásticas:
"No sabemos si estamos destinados
a ser un río caudaloso,
o si hemos de parecernos
a la gota de rocío que envía Dios
en el desierto a la planta desconocida.
Pero más brillante o más humilde
nuestra vocación es cierta:
No estamos destinados a salvarnos solos"
Bella frase
que nos obliga a todos.
La mayoría sí
que lo sabemos. No estamos destinados a brillar como una estrella de primera
magnitud, pero si a iluminar, aunque sea como una pequeña luciérnaga. Todos
debemos ser testigos del Evangelio y animadores de vocaciones sacerdotales y de
vida consagrada. La barca de Pedro, para que pueda avanzar con seguridad,
necesita numerosas tareas escondidas que, junto con otras más visibles,
contribuyen al desarrollo regular de la navegación.
El Papa Francisco da un
mensaje sobre las redes sociales y como son un centro de encuentro para la
acción pastoral.
Nosotros seguimos adelante,
ilusionados por continuar evangelizando, en la era digital, con estos
instrumentos que hacen humanamente plena la comunicación.
La vocación es una
inspiración interior por la que Dios llama a una persona para una misión. Hoy
las vocaciones de vida consagrada son el reto de la fuerza de la esperanza, que
sostiene la fe.
Gracias Miguel por las palabras que Jesús puso en tu corazón y que a tu vez compartes con nosotros. No hay duda de que solo Jesús nos rehabilita cuando hemos malgastado nuestra vida y nos rehabilita primero con su Evangelio y sus Palabras que sin Vida y Espíritu ( Jn 6,63) nos enseñan a adorar a Dios en " Espiritu y Verdad" (Jn 4,24) Y a todos vosotros lectores de este blog os invito a difundira,cual como pueda, sus contenidos ; así colaboramos con Jesús en la rehabilitación de muchas personas.
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