No me imagino a un católico torturando a
otro ser humano por el hecho de ser un falso converso; pero sucedió, y no estoy
nada orgullosa de esta afrenta a Dios protegida por las Leyes Inquisitorias.
Cuando la Iglesia de Cristo es mal
entendida, y lo fue, se cometen gravísimos errores con el solo motivo de
“salvar almas herejes”, sin pensar que al juzgarlas ponían las suyas en
peligro.
Hoy la herejía está a la orden del día;
en tiempos de Jesús se llamaban paganos, al fin y al cabo es lo mismo pero ningún apóstol, ni Cristo, alzó su
espada para evangelizar, por el contrario fueron mártires de la Palabra.
La Fe radica en obedecer el Evangelio,
en perdonar, en extender su amor y enseñar los peligros sin el camino de la
Verdad, pero pretender hacer la labor de Dios... Él dijo: “En la medida que juzguéis seréis
juzgados”.
Perdón se pidió por lo que hicimos, hoy
pedimos respeto a nuestra Fe. Aquél que se defina Católico, no puede ni por
Poder ni por razón, condenar en Nombre del Altísimo.
Qué Dios bendiga a todos los Santos Pastores
que han muerto y mueren por la salvación de las almas... Qué distinto ¿Verdad?
Emma Díez Lobo
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