lunes, 17 de enero de 2022

Lo Viejo se convierte en Nuevo

                         

                  

 Recordemos la boda de Caná (Galilea). Un montón de invitados, entre ellos Jesús, su Madre, los discípulos y los novios.    

A las dos horas, más menos se les acabó el vino y María sabiendo que su Hijo era Especial, se Le acercó para decirLe: “No les queda vino”. Jesús le contestó: “Mujer, déjame, todavía no ha llegado mi hora”. Esto es curioso, la Madre dice una cosa y el Hijo contesta otra…  

Tal vez Jesús no quería aún hacer un milagro a la vista de todos, pero si su Madre se lo pedía, lo haría solo ante los “sirvientes”.  

Entonces María dijo a los sirvientes: “Haced lo que Él os diga”; y a petición de Jesús llenaron 6 tinajas de agua que, ante ellos, convirtió en vino excelente. “Ahora llevádselo al mayordomo”... El mayordomo “alucinó” del buen sabor del vino y llamó al novio para decirle: “Todo el mundo pone primero el vino bueno, tú en cambio has guardado el vino bueno hasta ahora”... ¡Pobre novio, si no tenía ni idea de lo que había sucedido!, tampoco el metre.

Qué importante es entender éste milagro: Primero el vino “viejo” o A.T. y después con Jesús, el vino “bueno y nuevo” o N.T. como culminación del Antiguo. Pero aún debíamos conocer su Palabra, la hora estaba a punto de comenzar...  

Su nueva Doctrina junto a su Muerte -arrebatadora de pecados- nos brindó la salvación.

Gracias por “ir a la boda” y convertir lo Viejo en Nuevo.     

   Emma Díez Lobo

 

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