A las dos horas, más menos se les acabó
el vino y María sabiendo que su Hijo era Especial, se Le acercó para decirLe: “No
les queda vino”. Jesús le contestó: “Mujer, déjame, todavía no ha
llegado mi hora”. Esto es curioso, la Madre dice una cosa y el Hijo
contesta otra…
Tal vez Jesús no quería aún hacer un
milagro a la vista de todos, pero si su Madre se lo pedía, lo haría solo ante
los “sirvientes”.
Entonces María dijo a los sirvientes: “Haced
lo que Él os diga”; y a petición de Jesús llenaron 6 tinajas de agua
que, ante ellos, convirtió en vino
excelente. “Ahora llevádselo al mayordomo”... El mayordomo “alucinó” del
buen sabor del vino y llamó al novio para decirle: “Todo el mundo pone primero el
vino bueno, tú en cambio has guardado
el vino bueno hasta ahora”... ¡Pobre novio, si no tenía ni idea de lo que
había sucedido!, tampoco el metre.
Qué importante es entender éste milagro:
Primero el vino “viejo” o A.T. y después con Jesús, el vino “bueno y nuevo” o N.T. como culminación
del Antiguo. Pero aún debíamos conocer
su Palabra, la hora estaba a punto de comenzar...
Su nueva Doctrina junto a su Muerte -arrebatadora
de pecados- nos brindó la salvación.
Gracias por “ir a la boda” y convertir lo Viejo en Nuevo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario