martes, 4 de enero de 2022

Vienen los Reyes

 

Pues ahora los Reyes se llaman Gracias y sus cofres tienen otros contenidos. Uno trae Aliento -como Dios-, Trigo -como Hombre- y Sabiduría -como Rey-. Son los regalos que necesitamos para seguir adelante hasta el final.

El cofre del Aliento es más grande que ninguno porque trae un montón de almas que nos consuelan, es el amor de Dios; el del Trigo es el mejor porque podemos alimentarnos, es el Cuerpo de Jesús; y el de la Sabiduría es el más necesitado porque es el Don de Rey, del único que no es de éste mundo. 

Tantas cosas nos ocurren a lo largo del año que nuestros “establos” se quedan enclenques y hay que volverlos a restaurar; no es el pino decorado ni el roscón que nos comemos, son las ofrendas de Dios el cemento  que los fortalece.         

Y a mí me encantan los cofres que recibo; los de aquel día, hace dos milenios, fueron para la Vida, los de ahora son para conseguirLa.

Gracias Dios por Ser tan Mirra como yo y entenderme ¡Madre mía qué suerte!   

Este año voy a regalar tres cosas: Láminas de oro, cenizas de madera -de Galilea- y un palito de incienso. Se van a quedar a cuadros pero no me importa, se irán a sus casas pensando...  

Tiempos tan especiales que ni me entiendo, pero no pasa nada es día de Gracias -Reyes de entonces- y con Dios brindemos por estos presentes para el espíritu y la carne, establo abatido de nuestro yo.

Emma Diez Lobo

                                                         

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