viernes, 21 de enero de 2022

Miedo

                                                                                                  

La palabra muerte da miedo, digan lo que digan entra un “yuyu” importante. Eso de: “A todos nos tiene que pasar, es lo más natural del mundo”... ¡Ya!, porque quien lo dice no está en esa situación final. La Fe es lo único que nos puede sacar “tímidamente” el miedo del cuerpo ¡No hay otra!, pero debe ser terrible para los no creyentes.      

La Fe, más diminuta que un grano de mijo hay que aumentarla con “comidita” y se me ocurre... Recordemos a Juan cuando nos habla del lugar donde irán los Hijos de Dios; recordemos las apariciones de la Virgen y sus palabras; recordemos a los Santos, sus visiones, sus milagros y la alegría al dejar este mundo.        

Y Jesús, el eterno Jesús nos mostró su Resurrección que también es la nuestra. La frase “Dios confío en Ti”, no la olvidemos jamás.

El amor de Dios, en el momento final, hace que la mente cambie y el miedo se disipe si eres creyente; lo manifestaba un familiar que decía ver a la Virgen a los pies de la cama y tranquilamente se fue.

Estoy empezando a entrenarme... No, no me pongo en la cama como dormida, lo que hago es presentar al alma lo que sucederá, escuchar a Dios para sentir al prójimo, no enfadarme casi nada, vender hasta las pestañas y cuando me levanto, dar gracias porque la familia aún me tiene cerca.      

Recuerdo a Juan Pablo cuando dijo: “No tengáis miedo”. Pues haber si nos tranquilizamos que los Católicos tenemos tanta suerte...   

 

  Emma Díez Lobo

 

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