viernes, 4 de febrero de 2022

“Natanaeles”

        

 

                                        

Todos estamos en la higuera o debajo de una higuera hasta que un día te encuentras con alguien que te dice: Lee el Evangelio y síguelo. El milagro del encuentro con Dios está servido.

Elegir a la única Persona que tiene tus pelos contados y te pone por delante la ocasión de vivir diferente, se hace real. Y ¿cómo es ese vivir?, no tiene nada que ver con la vida de los que andamos por la calle. Es sufrir en silencio, soportar la desgracia con entereza y saberte acompañado en los silencios, es vivir al lado de Dios, con Él.

Natanael siguió a Felipe y Jesús le esperaba... Tú sigues el Evangelio y Jesús te ofrece una Vida después de la vida. En todo su Ministerio -casi cuatro- nos dice que nuestro tiempo es tan fugaz como el Suyo. Nacer, hacer lo que Él te dice porque confías en Su promesa y marcharte.  

Fácil leerlo, difícil de llevar. Creer no es innato, confiar tampoco; los llamados desde niños o por intervención directa como Pablo, Mª Goretti, etc. son “Muestras”, puro Evangelio con pies y manos que nos envían para aumentar la Fe; los demás no somos “Muestra” sino los hijos más importantes de Dios. Fijaros si somos muchísimo más importantes que Moisés o cualquier Santo, que cuando Murió no lo hizo por ellos sino por nosotros -Dios nos llama enfermos- y desde aquel día nos abrió el cielo a todos ¡Con normas, por supuesto!    

Seamos “Natanaeles”, somos la CAUSA de Jesús.    

 Emma Díez Lobo

 

 

 


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