lunes, 7 de agosto de 2023

Partiendo la Palabra Buscando a Dios (I) (Jn 8,12)

 

Jesús envía a sus discípulos al mundo para ser luz (Mt 5,14) No cualquier luz, sino la " Luz verdadera que ilumina a todo hombre..." (Jn 1,9).

 Tengamos en cuenta que encontraremos personas, y no pocas, que como dice Jesús, que amaran más las tinieblas que la Luz porque sus obras son perversas (Jn 3,19). A pesar de ello los discípulos de Jesús hacemos este servicio esencial al mundo, con la Luz recibida de Él.

 Gracias a Jesús, conocemos el Amor que no desilusiona, más aún, está como impulsado hacia lo alto, hacia su Fuente: el Corazón entrañable de Dios. Ante El, deponemos las mentiras que hicieron de nosotros una especie de zombis tambaleantes y nos rendimos. Si, nos rendimos agradecidos, porque en el Corazón de Dios hemos encontrado nuestra verdadera casa, nuestro hogar caldeado que eleva nuestra alma desangelada.

 Por eso, por tanto, Amor recibido en el Hogar de Dios, somos Luz para los demás. Pablo así nos lo dice: "... para que seáis irreprochables e inocentes, hijos de Dios en medio de una generación perversa ante la que brilláis como antorchas..." Iluminamos con amor, sin juzgar a nadie.”

 

P. Antonio Pavía

comunidadmariamadreapostoles.com

 

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