Jesús sube con Pedro, Juan y Santiago al monte Tabor y se trasfigura ante
ellos. El Señor resplandece con la Luz de Dios. Damos paso al Padre que
proclama desde el Cielo: "Este es mi Hijo amado...Escuchadle".
Esto es muchísimo más importante de lo que podamos imaginar: Dios Padre
está anunciando nuestra propia Transfiguración. ¡Analizamos este! ¡Escuchadle!
a la luz de lo que leemos en el Prólogo del Evangelio de San Juan: "La
Palabra es la Luz verdadera que ilumina a todo hombre..." (Jn 1,9).
Atentos: ¡Luz Verdadera! Es decir que brilla y resplandece en
el interior de quienes escuchan con un Amor Único a Jesús iniciando así en
ellos un proceso transfigurador que culmina cuando el alma separándose del
cuerpo se eleva victoriosa hacia el Corazón de Dios Padre.
Esto no es una teoría ni nada parecido. Nos lo dice el mismo Jesús: “…Los
justos brillarán como el sol en el Reino de - su - Padre”.
P. Antonio Pavía
Comunidadmariamadreapostoles.com
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