lunes, 29 de julio de 2013

EL "BUS" DE AVELLINO (ITALIA)




¡Papa Francisco! Tu pueblo se duele como se duele España… No ha sido un tren, Francisco, ahora un autobús cargado de emociones ha “volado” desde lo alto para caer a los pies de Dios.

Todos los que mi Padre ha recogido en sus manos, los ha llevado al “Hospital Celestial”, C/ Vía del cielo nº 70… Ya un ejército de ángeles ha vendado sus almas; ya descansan sus camillas en  las praderas del  cielo. “En pocos segundos” la vida ha vuelto a ellos ¡Arte de magia de mi Dios! ¡Palabras cumplidas de mi Jesús!

Italia, madurez del cristiano, Avellino, pueblito napolitano… llorad por vosotros, por sus ausencias cotidianas, no por ellos ¿vale? Pues viven un amor grande en plenitud.

Fe, fe en vuestros corazones y leed el Evangelio. Ahí están los “intercambiadores de autobús”, las estaciones del final del viaje, donde las almas se apean camino a las moradas que construyeron para nosotros. Es un lugar tan bonito, con tantos amigos del mundo y de la Biblia, que aún están dando besos de encuentro. Unos “convalecen” pero saldrán pronto. María les va a visitar y muchos más para darles ánimo en su recuperación…  

Familias queridas, rezad el Padrenuestro, despacito y con sentimiento. Esa oración es genial para preguntar a Dios cómo van sus heridas, si ya han salido para disfrutar de las enormes praderas…

Niñitos que habéis dejado este mundo para ir al otro, no os asustéis, os están esperando para jugar, para enseñaros tantas cosas, tantos animales… Cómo decía Juan Pablo II, también moran allí nuestras queridas mascotas. No paréis de jugar, creced en Espíritu, seréis como Arcángeles… ¡Lo vais a pasar bomba!!!

Papa Francisco, cuando vuelvas a tu ciudad, tú que estás más cerca de Dios, dile de mi parte que haga algún milagrillo ¡porfi! Que de momento no se vaya tanta gente por accidente, que muchos necesitan de nuestras oraciones y si se van tantos… Habrá menos Padrenuestros por los que ya se fueron antes…  Dile a Dios que tantas lágrimas seguidas, entristecen tanto al hombre…

A ti Dios, sé que me escuchas: Refuerza la responsabilidad de aquellos que en sus manos llevan las vidas de tus hijos y tengamos tiempo, Padre mío, para convertirnos a Ti y conocerte en la tierra. Así, muchos de los que se van no tendrían que ir al hospital de la C/ Vía del Cielo nº 70.

Emma Diez Lobo 2013          

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