Domingo,
14 de Julio, con los últimos retoques, repasando en mi cabeza todo lo que
necesito para la semana que recarga al máximo las baterías… este año nos toca
el tema de “Moisés” ¡qué gran patriarca!, ya con nervios, emoción y alegría
donde escrutaremos poco a poco lo que nos ha regalado este hombre a los
cristianos.
Bueno, pues me encuentro con un susto inesperado, una
llamada el domingo por la mañana de mi madre que tenía un problema y que iba al
hospital, aún no alcanzaba a comprender el alcance y al final fue una cosa
bastante seria… ¡no tenía equilibrio por un problema con un oído!, mi
madre sin poder casi hablar, mareada, con vértigos, sin poder sostenerse… no la
reconocía. Lo de “el hombre propone y
Dios dispone” es una realidad como un templo. Yo, como buena española, me
dejé todo para el último día, pero muy organizadito en mi cabeza: guardar la
ropa en la maleta, terminar los preparativos del encuentro con nuestra
Comunidad, los cuadernos, estampas, partituras, cositas de última hora… y ¡todo
al garete!, al hospital corriendo.
Como
no es menester entrar ya en temas personales tan solo hago constar que nuestro
querido Dios me dio un gran testimonio de amor por el Evangelio en la persona
que mi querida madre… vi que no estaba ni mucho menos para ir al retiro
al día siguiente, con lo que hice unas llamaditas para informar que no contaran
con nosotras hasta el martes por lo menos Me lo propuse, cogí a mi madre que se
preparó la maleta y con la medicación extra, junto con el resto de farmacia que
llevan en los bolsos y nos fuimos tranquilamente el martes a Segovia. No me da
pena no haber estado presente en la primera catequesis del retiro porque he
comprendido que hay que saber esperar los tiempos de Dios (aunque a veces nos
parezcan eternos) con lo que llegamos cuando nos tocó llegar.
Las catequesis sobre Moisés fueron para cada uno de
nosotros como ponernos un espejo delante y cambiar la imagen de Moisés por el
reflejo de la tuya, todos en silencio y guardando en el corazón cada palabra
que escuchábamos, meditando sobre todo lo que escuchábamos.
Comentar que me quedo con frases que me llenaron
muchísimo a nivel personal, obviamente a otro le llenaría otras frases, pero
quiero compartir mi experiencia personal:
*
Es fundamental y necesaria la noche oscura en la vida de cada uno de nosotros,
si no nunca conseguiremos pasar de la fe infantil a la fe madura.
*
Dios no quiere oír promesas, sino el HEME AQUÍ, como Moisés, como Jeremías,
como María, como el hijo pródigo. Da igual lo sucio que está tu alma, Dios ve
en lo secreto y ve si tu entrega es de corazón, aún con todos nuestros pecados,
críticas, insultos, envidias, soberbias, etc. Dios quiere verte con las manos
abiertas. No va a mirar nunca hacia atrás, no te va a sacar la lista y a
repasar todo lo que has hecho antes, ¡no!; la rompe y empieza de cero contigo,
sin pedirte cuentas atrasadas.
*
Otra cosa sobre la que nunca se me había ocurrido pensar es que ANGEL –
EVANGELIO tienen en común “ANGEL” que es NOTICIA, por eso EV (significa Bueno)
y EVANGELIO, por tanto es Buena Noticia… un poco de culturilla nunca nos viene
mal… ¿y lo de sustituir “SIERVO” por “HIJO AMADO”???
*
Un símil precioso que surgió fue que tu camino hacia Dios es como subir en un
globo donde tenemos un montón de lastre para subir, es decir, que tenemos que
ir tirando una bolsita de lastre llamada dinero, otra de envidia, otra llamada
soberbia, y así, hasta que el globo es capaz de subir y subir hasta Dios…
Por último, quiero compartir con todos la reflexión
que cada uno de los asistentes al retiro hace el último día y que se nos
permite compartir entre nosotros, si quieres claro. Espero de todo corazón que
disfrutéis con las palabras que Dios puso en mi papel y boli y que
transcribí…
“Hace dos mil años, en Israel nació Jesús, el Mesías
tan anunciado y esperado por el pueblo judío… pero claro, es muy fácil pensar
en el ya llegará, pero cuando llega
de verdad el momento y además reconoces los signos, tan anunciados desde años
atrás… vas y te niegas a VERLOS y RECONOCER que el llegará es un YA, AHORA.
Me sorprende enormemente que en esa época, en la que
no existía la electricidad y por tanto ningún aparato eléctrico que la use, tal
como el teléfono, la televisión, radio… y muchísimo menos nuestros súper
teléfonos móviles, tablets, Internet… etc. Me sorprende cómo Jesús, SOLO un
HOMBRE, escoge a sus discípulos no con engaños, sino con su Palabra, que era la Palabra de Dios. Ellos sí
ven y reconocen y anuncian que en Él si se cumplen todas las profecías escritas
en los rollos que se saben de memoria, y sienten que Jesús tiene una fuerza que
viene de Dios directamente. Los discípulos VEN los signos, CREEN en Él y le
SIGUEN. Fijan sus ojos en Jesús.
Pues
no queda ahí la cosa, sino que CREEN y además se atreven a ir anunciando el
EVANGELIO, ni más ni menos… por TODO el MUNDO. Sin coches, ni aviones, ni
trenes ni megáfonos. Sospecho que tampoco se dedicarían a alquilar el Centro de
Convecciones para dar mítines, ni repartían gorras ni banderitas ni regalaban
bocadillos, ¡no!, iban tan solo con la FUERZA que les regaló Dios, que fue Jesús junto
con el Espíritu Santo, y ya veis… ¡qué fuerza incalculable! Esta fuerza tan
solo la puede tener el sincero de corazón y abierto a acoger las palabras de
Dios, esa fuerza es inmedible.
Entonces me pregunto: ¿Cómo es que ellos sí
consiguieron llegar al MUNDO ENTERO? ¿con estas condiciones de partida???? Y
yo, llamada a ser santa, con el corazón entregado a Él… (¿seguro?) ¿Cómo es que
me da a veces reparo o vergüenza enviar un email a mis amigos de
Evangelización????? O bien me callo en una conversación en la que podría dar
testimonio de Jesús en el trabajo, con los amigos… o me callo en algunos ambientes,
o no digo que soy creyente para que no me señalen…
Ejem, bueno, pero me queda el consuelo de que voy a
misa todos los domingos y fiestas de guardar (salvo que tenga algo más
importante que hacer, claro) y en vacaciones… (¿también hay que ir?) lo bueno
es que después me tomo el cafelito con el resto del grupito que nos juntamos y
comentamos lo bien o mal que nos ha ido la semana.
Gracias a Dios, se me ha dado a conocer y me ha dado
ese AMOR, esa FUERZA que está VIVA en la tierra; Jesucristo se nos presenta en
cada persona que te rodea, de mil formas, pero tenemos que aprender a quitarnos
la venda y a verle en cada uno de ellos. Verás entonces cuántos necesitan
hablar, ser escuchados, otros necesitan compañía, en otro momento eres tú quien
necesita del prójimo, pero, sobre todo, serás capaz de ver cuánto AMOR
necesitan los demás, que son, como yo, BUSCADORES, y que buscan esa Palabra que
yo ya conozco, por eso Dios me llama a Evangelizar, a compartir lo que se
me ha dado a conocer con ellos.
¿Y
cómo? Diciendo HEME AQUÍ, SEÑOR, que tu sierva (HIJA AMADA) escucha.
¡Gracias, Padre mío, por soplarme cada día tu
Espíritu Santo y
ser mi Ithiel! (Dios conmigo – yo con Dios).”
Loli P.
Comunidad María, Madre de los Apóstoles.
Julio – 2013
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