No, no es fácil, ni siquiera lo fue
para Tomás (somos Tomases) que aún viendo, tuvo que poner el dedo en la llaga…
Y a nosotros se nos pide, sin verlo ni vivirlo, la FE de los otros 10
apóstoles. Genial pero incomprensible. Ni Pablo de Tarso, digno de milagro, es
uno de nosotros…
Pero no nos comparemos ¡Tenemos más
suerte que ellos!!! Dios dijo: “Benditos los que creen sin ver”.
Y ahí que vamos a paso de tortuga trabajando la Fe bendecida, la buena,
la que sin milagros espectaculares, nos hace vivir más cerca de Dios.
Cuando hay FE, no se piden “prodigios”,
sino paz y aceptación -los Santos nunca pidieron milagros, la FE se los daba-. Los
milagros son un arma de Dios para: Vidas
en santidad, almas para la Evangelización, no creyentes (que se convierten)
para un fin… Así pues, no esperes el
milagro para tener FE y mucho menos Le RETES.
Me aterra ver cómo sin vivir la
Palabra, osadamente, se piden
milagros. ¿Es que somos dignos de ser tratados como Santos? Más
nos valdría agradecer su paciencia…
Dios nos dice: “Venid a Mí todos los…” (Bienaventuranzas).
No te dice: ¡Espera un segundo, que voy! Por tanto, no esperes “mover montañas” (Mt. 17:20) si no
vives su Evangelio.
¿Lo vives? Pues comienza por enterarte
y verás que no es lo que tú piensas ¡Nada que ver!!!
Emma
Díez Lobo
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