¡Amigos!
Ésta es Mi Natividad, en recuerdo del día que llegué a la tierra. No
equivoquéis el espíritu de las fiestas y os olvidéis de Mí. No son días de juergas
bananeras, ni de Papá Noeles…
- ¡Pues mi vecino se ha ido a las
Maldivas!!! Dice que son vacaciones y en
su puerta ha colgado un gordinflón rojo con barba blanca…
-Tu
vecino no entiende nada; ni cena junto a Mí, ni Me agradece que naciera en
vuestro mundo para salvar su alma, tampoco sabe por qué es Navidad.
-¿Y qué hacemos con ellos? Porque hay tropecientos
millones de “vecinos” haciendo lo mismo…
-
No te preocupes, tú piensa en tu familia y en ti que de ellos ya me preocupo
Yo.
- Mira, yo Te he puesto en una cuevita
de corcho con tus padres y animalitos que te dan calor. No es como pasó pero
parecido, Te recuerdo como fue: Tú naciste en un establo donde había una vaca.
María tenía un manto azul y San José un manto ocre. El pesebre era el comedero
de la vaca, no era una cuna de madera… Y
San José, tapó la entrada con una manta porque hacía mucho frío. Cuando José
echaba una cabezada, el establo se iluminó con una luz brillantísima. José
quedó estático y María envuelta en aquél sublime resplandor, se entregó al
ángel que Te puso entre sus brazos. Nacimiento milagroso el Tuyo, no al uso
como algunos pretenden.
-
Pues me gusta, se nota que has leído mi llegada y conoces mi entorno. Sí allí
Nací y ahora lo hago en tu casa, como cada año. Me hace gracia verme
representado en figuritas chiquitas. Me
encanta.
- Pues a mí más. Gracias por Nacer en
el corazón de la humanidad que CREE.
Emma
Díez Lobo
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