martes, 26 de abril de 2022

Se entregó a la muerte en tu lugar

 

Hablamos de Barrabás el asesino en cuyo lugar murió Jesús. Barrabás nos representa a todos; al morir Jesús en su lugar estaba dando su vida por todos nosotros que, como dice Dios en la Escritura, tenemos las manos ensangrentadas por las heridas que infligimos a los demás con nuestras palabras y obras (Is 1,15 -16), Jesús el Cordero Inocente se dejó conducir a la muerte de malhechor limpiando así nuestras culpas. Pongámonos en la piel de Pedro. Aún resuenan en sus oídos los gritos de la turba exigiendo clemencia para Barrabás y muerte a Jesús. Sólo después de sus negaciones comprendió que Jesús había muerto en su lugar.

 Como sabemos, Jesús Resucitado tuvo un encuentro muy especial con él (Jn 21,15…). Por tres veces le pregunta: ¿Me amas? Conocemos la triple respuesta de Pedro y el broche de oro de Jesús a este encuentro: ¡Apacienta mis ovejas! Pedro no sale de su asombro. Jesús da su vida por él y encima le propone que apacienta sus ovejas; es tal el estremecimiento que le invade que apenas acierta a decir: ¡Señor, tú sabes que te amo!  y en su interior añadiría: Me has curado y vencido con tu Amor.

 P. Antonio Pavía

  https://comunidadmariama.blogspot.com/

 

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