La Gracia de ser católico...
Pero para ejercer éste “Título” hay tanto que entender... He llegado a la
conclusión de que no se es católico si
no entiendes lo que Jesús propone.
Primero deberíamos saber qué
significa y después a lo mejor, solo a lo mejor, somos católicos, no al revés
como sucede.
Por Bautizado te haces hijo
de Dios, pero para seguir siendo hijo hay que actuar con su ejemplo, un ejemplo
universal para la humanidad ¡Católico!
No es ir a misa, no es
Comulgar, no es hablar de Dios y ya, es hacer caso a la Palabra y “practicar”;
es evidente que para hacerlo necesitamos a Jesús presente, cosa que sin la
Comunión... Difícil.
Sé que muchos no son
conscientes de este hecho y van acumulando culpas
de pecados veniales -la pena de
la culpa se paga en el Purgatorio- y
¡Claro! la pelota de faltas que se
va haciendo acaba en globo aerostático.
Procuremos aprovechar las “70
veces 7”, no sea que el globo se
convierta en “Zeppelín” y no
tengamos tiempo. No olvidemos que la culpa y la pena juntas, te llevan a la
condena.
Que Dios empuje a los que
dicen ser “católicos” a cumplir las normas que dio a Pedro y se salven. A
los que no salimos del confesionario... Pues no sé porque no hay manera, cuando
no te acuerdas de una cosa te acuerdas de la otra, y cuando te acuerdas de lo
que no te acordabas... ¡Otra vez allí! Interminable... Paciencia, Señor.
Emma
Díez Lobo
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