lunes, 18 de julio de 2022

El Señor me ha abierto el oído

 

 Profecía de un salmista sobre Jesús y sus discípulos:

 "Rechazaste sacrificio y oblación, pero me has abierto el oído...entonces dije, “aquí estoy Señor para hacer tú voluntad" (Sl 40,7-9).

 Profecía bellísima que anuncia que nuestra fidelidad con Dios, nace y crece conforme Él nos abre el oído a su Palabra. Nos preguntamos: ¿Que hemos de hacer para que el Señor nos abra el oído? Fijémonos en la Última Cena; en ella vemos a Juan- el discípulo amado- recostado sobre el pecho de Jesús. Cuidado con el sentimentalismo. Juan está acoplando su oído sobre el corazón de Jesús donde Él guardó las palabras del Padre (Jn 8,55) Estas palabras- el Evangelio- son el sublime y eterno Tesoro de los discípulos de Jesús y nuestro crecimiento como tales está en consonancia con   acoplar nuestro oído a sus divinas palabras.

 Esto es lo que estaba haciendo Juan en la Última Cena como signo, promesa y garantía de todo aquel que desea llegar a ser Discípulo Amado de Jesús. Los que verdaderamente crean esto, un día saltarán de gozo al poder decir como el salmista: ¡El Señor me ha abierto el oído! 


P. Antonio Pavía

comunidadmariamadrepostoles.com

 

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