Quiero dedicar unas palabras desde tierra a un alma “en vuelo”. Pena que no haya internet celestial porque le llegaría al instante, pero la comunicación sin satélites funciona mejor, sin fallos ni “caídas de red” porque las oraciones son como rayos directos al “corazón”.
Naciste en un pequeño lugar
de esta España Andalusí, Rágol ¿Sabes?,
tiene nombre de regalo, y no es casualidad
que lo fueras tanto para el pueblo como para Dios que tantos regalos dejó en el
mundo...
Si a ti te adelantaron “la
travesía” de vuelta, será porque Dios quería tenerte a su lado por algún motivo
que desconocemos. No ha sido en vano. Y ahora que puedes desde las moradas del
cielo, intercede por los que necesitan de ti hasta que os volváis a ver.
Mira Mario, tal vez
te hayas perdido años de física juventud, pero sé que dónde “vives” hoy, no lo
cambiarías por nada: Amor eterno; salud eterna, juventud
eterna...
Ya no tienes que creer en
milagros ni Evangelios, ya vives en ellos y te han premiado con el ansiado
Reino que, aunque esté dentro de nosotros, tú ya lo palpas con tu alma y tu
nuevo ser.
Amigo, te llevaste tanto de
todos que has dejado corazones desolados, pero no te preocupes, saben
que es solo un viaje con feliz y futuro encuentro. Mientras tanto, los ángeles
entregarán a María todo el sentimiento de las personas que rezan por ti, pues
ni una sola oración se pierde en el camino.
Emma Diez Lobo
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