El Evangelio: El abrazo de Dios
Veamos un soplo catequético de este
Evangelio. Jesús envía a sus discípulos a los pueblos cercanos para anunciar la
Salvación.
Les da varias indicaciones. Nos
centramos en esta: "Mirad que os envío como corderos en medio de
lobos". Así fue enviado Él por el Padre al mundo: como el Cordero
que habría de cargar con sus pecados (Jn 1,29). Vino a un mundo ensangrentado
por un sinfín de violencias instigadas por Satanás.
Levantado en la Cruz en la cima del
Calvario, una jauría de lobos insaciables en sus ensañamientos se agrupó a su
alrededor. Sus aullidos eran dentelladas que rasgaban su corazón: "Se
burlaban de él profiriendo desprecios como ... "que baje de la Cruz para
que lo veamos y creamos en él..." (Mc 14,31-32). Cada burla, cada desprecio
e insulto era un vómito contra su dignidad. Injuriado hasta la saciedad, Jesús
el Cordero Inocente hablo al Padre acerca de esos lobos así: "Padre
perdónales, no saben lo que hacen".
Solo la Fuerza de Dios puede superar al
mal ... al de los lobos de turno. Jesús envía a sus discípulos a un mundo de
lobos, no porque sean perfectos, sino porque les da su Fuerza para, como Él,
puedan devolver bien por mal... a los lobos. Lo pueden hacer porque Él les
abraza cada día con su Evangelio.
P. Antonio Pavía
https://comunidadmariama.blogspot.com/
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