sábado, 13 de agosto de 2022

Domingo XX T.O.

 

El Fuego de Dios

 Jesús nos dice hoy que ha venido al mundo para dejar en el, su Fuego. Es el Fuego de su Espíritu que acrisola el corazón de todo aquel que lo acoge. Fuego que le hace ser digno de Dios (Sb 3, 5). Es el Fuego que habita en la Palabra y del que emana la Fuerza y la Gracia de Dios por medio de las cuales hombres y mujeres que no son mejores que los demás emprenden gozosos el camino del Discipulado. Sin embargo, este Fuego es dado por Jesús al mundo a cambio de su muerte ignominiosa, de ahí su espasmo doloroso:

"...y que angustia hasta que se cumpla...", angustia que revistió tintes dramáticos en el Huerto de los Olivos. (Lc 22, 39-44) 

 Este Fuego de Dios que nos ofrece Jesús no es una varita mágica que nos abre todas las puertas y nos libra de incomprensiones, sufrimientos, etc. es, como dije antes, la Fuerza y la Gracia de Dios que nos hace más fuertes en toda tribulación. Hablamos de la Fuerza y la Gracia que tejieron en Jesús, en cuanto hombre, su fidelidad al Padre y que la teje también en nosotros.

 

P. Antonio Pavía

 Comunidad María Madre de los Apóstoles

 

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