domingo, 21 de agosto de 2022

Madero y Cruz

 


Para mí el Madero de la Crucifixión de Jesús es el mundo; el letreo con su Nombre, el cielo; la Corona de espinas, el mal de la humanidad; los clavos, los indignos de Dios; la lanza, la incredulidad; la Sangre y el Agua que fluyen del corazón, su Misericordia que limpia y perdona; la ropa de lino, el amor de su Madre, y Él en el madero, el terrible dolor humano.  

Y por ser también Dios, resucita y nos hace resucitar a los muertos.  

La Cruz, símbolo del cristiano no es un símbolo de Dios porque Dios no muere, es la angustia del Hijo y María, es la incomprensión y es la madera Santa que te abre el paraíso si lo quieres ganar.    

Cruces, clavos, espinas, dolor de sangre... Es la vida del hombre, por eso cada uno de nosotros nos parecemos por algún lado a Jesús. Hay quien no se parece, es verdad, pero suele acabar fatal.    

Me encanta ver una Cruz colgada al cuello, es como una llamada silenciosa, aunque no por llevarla dejaran de suceder tristezas, todas recogidas en las Bienaventuranzas. Él fue la Persona sin pecado más dañada de la tierra...     

Las “cruces” son parte de la vida y necesitamos apoyo de Dios, si no, jamás seremos capaces de seguir adelante. ¡Qué importante es la Fe!, y Dios nos pide rezar para aumentarla. Sin Fe, la existencia no tiene sentido ni respuesta.

Madero para sostenerte y Cruz para salvarte...

  Emma Díez Lobo  

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