Un hombre
pregunta a Jesús si son pocos los que se salvan. Parece más interesado por la
estadística que en buscar verdaderamente a Dios. Este israelita representa a
los fariseos que hacen muchas preguntas a Jesús y no le hacen caso y por eso
les dijo: ¿Por qué me llamáis Señor, Señor y no hacéis lo que os digo? (Lc 6,44).
Lo de salvarse o
no, no es como presentarse a unas oposiciones. El que busca salvarse es porque
tiene una prioridad escrita en su alma: Vivir siempre con Dios, movido
por la iluminación que encuentra en las Escrituras, como, por ejemplo:
“Bienaventurado el que tú eliges y acercas para vivir contigo en tus
atrios" (Sl 65,5).
Para este
salmista encontrase con Dios en el Templo lo es todo. Alguien puede decir:
¿Cómo puedo saber si Dios me ha elegido para estar con Él? Jesús nos saca a
todos de dudas. Recordemos que " llamó a sus discípulos para que
estuvieran con él " (Mc 3, 14). Un estar con Él abierto a la Vida Eterna.
Buscar a Dios nos
lleva a encontrar el Camino, la Verdad y la Vida que son Jesús mismo (Jn 14,6).
Los que así buscan a Jesús preguntan cada vez menos porque reciben el don de la
Adoración...y el que así adora a Dios le contempla con los ojos del
corazón.(Ef,1,17-18), por eso no necesitan preguntarle nada.
P. Antonio Pavia
Comunidad María
Madre
de los Apóstoles
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