miércoles, 17 de agosto de 2022

Partiendo la Palabra (Jn 8,35b

 

Dice Jesús a los que quieren seguirle: "... El que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará ..." (Jn 8,35b).

 Pretender dar la vida por Jesús movidos por sentimentalismos o heroísmos ascéticos tiene poco recorrido. Solo desde la progresiva experiencia de que perdiendo la vida por Jesús y su Evangelio, no los separemos, está abriéndose a una Plenitud insospechada nos lleva a buen puerto, sin naufragios.

 El autor del salmo 16 nos hace partícipes de la Plenitud recibida de Dios: " El Señor es el lote de mi heredad y mi copa. Mi suerte está en sus manos. Este fiel israelita ha puesto su vida- esto es lo que significa " mi suerte" en la Escritura- en las manos de Dios, y no le ha defraudado. De ahí su grito de júbilo:  El, Dios es mi herencia, mi copa, es decir mi Fiesta permanente.  Aunque sea visitado por el sufrimiento e incluso por crisis de fe, a su momento vuelve a asomar la Fiesta; si, la Fiesta de junto a Dios.

 Bienaventurado todo aquel que considera el Evangelio de Jesús como la carta ganadora por la que apuesta su vida y sus proyectos a cambio de la Vida y los proyectos de Dios sobre El. Sin duda que ganará...como el salmista que es figura profética de los futuros discípulos de Jesús.


P. Antonio Pavía

 Comunidad María Madre de los Apóstoles

 

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