Partimos el Salmo 23 conocido como el
del Buen Pastor. Empieza así: "El Señor es mi Pastor nada me falta.! ¡Qué
fuerte tuvo que ser la experiencia de Dios de David para decirnos que estando
con Él no echaba nada en falta! Se asemeja a lo que nos dice el autor del libro
de la Sabiduría: "Con ella - la Sabiduría - me vinieron todos los bienes.
(Sb 7,11)
Volviendo al Salmo vemos cómo David nos
va diciendo porque estando junto a Dios no le falta nada: "Por prados de
fresca hierba me apacienta "Comenta San Agustín que esta fresca hierba son
los prados de las Escrituras. Respecto a la " fresca hierba"
David se refiere a hierba recién brotada; no es pues un alimento almacenado y
recalentado sino del día.
Esta es nuestra experiencia cuando en la
oración con la Escritura vemos asombrados como Jesús nos va partiendo las
palabras que guardamos en el corazón...palabras de Vida y Espíritu (Jn 6,63)
totalmente nuevas.
Dicen los Padres de la Iglesia que cada
pasaje del Evangelio contiene miles de pozos de Agua Viva. Palabras que son
Jesús mismo confortando nuestra alma, a veces tan cansada, alentándonos cuando
caminamos por valles de tinieblas, preparándonos un banquete frente a los que
nos odian…por ser sus discípulos...etc.
P. Antonio Pavía
Comunidad
María Madre
de los Apóstoles
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