miércoles, 10 de agosto de 2022

Nuestra Transfiguración

 


 Jesús se manifestó transfigurado junto con Moisés y Elías, también gloriosos, ante Pedro, Santiago y Juan. (Lc 9,28-36) Pedro, estremecido por la visión, propone a Jesús hacer tres tiendas; una para El y otras dos para Moisés y Elías dando a entender que ellos con contemplarles ya tenían bastante.

 Dios que quiere para nosotros algo infinitamente mayor dijo desde lo alto: ¡Este es mi Hijo Amado...Escuchadle! He ahí el único mandato del Padre a lo largo del Evangelio. Lo analizamos a la luz de lo que nos dice Juan acerca de la Palabra: " La Palabra es la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo" (Jn 1,9)

 Prestemos atención: La Luz Verdadera, la del Resplandor Eterno, el Esplendor Sagrado anunciado por el salmista (Sl 110,3) Por eso, guardar la Palabra, como María es el alfa y omega del Discipulado, de la Fe. Guardar la Palabra supone abrir nuestra alma al Resplandor de Dios, a su Irradiación Gloriosa que propicia nuestra Transfiguración como dice Pablo: "...el cual - Jesús - transfigurara nuestro cuerpo corruptible en un cuerpo glorioso como el suyo. (Fil 3,21)

 Por eso podemos decir que cuando muere un discípulo de Jesús, su alma estalla gloriosa, transfigurada…  ¡Alegrémonos! 

 

P. Antonio Pavía

 Comunidad María Madre de los Apóstoles

 

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