Dice Jesús: "El
que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mi" Parece
que está apremiando a romper con la familia a quienes desean seguirle. No tiene
por qué ser así, pero es cierto que en no pocos casos los padres tienen unas
perspectivas que poco dejan que ver con el Evangelio de Jesús. Dios manifiesta
las perspectivas que Él tiene sobre nuestra alma, por ejemplo, en este salmo:
"Escucha
hija mira, abre tu oído, olvida tu pueblo y la casa de tu padre." (Sl
45,11).
Es una profecía bellísima sobre los futuros
discípulos del Hijo de Dios. Serán hombres y mujeres que sabrán escuchar a
Dios, su Palabra, con el corazón; así a través del Evangelio podrán contemplar
el resplandor del Rostro de Dios. Un discípulo de Jesús no desprecia a sus
padres incluso cuando los pospone respecto a Jesús.
Hecha esta opción de fe, Dios habla así a su
alma, seguimos con el Salmo: "Dios se cautivará con tu belleza…"
Se cautivará con nuestra belleza porque pondrá sus ojos en nuestra alma y verá
en ella reproducida la imagen de su Hijo (Rm 8,29) Entonces proclamará:” Tú eres
mi hijo/a amado/a, en ti me complazco (Mt 3,17) … y en un arrebato
glorioso tu dirás: ¡Dios mío, Tu eres mi Padre!
P. Antonio Pavía
Comunidad Mariana
María Madre de los Apóstoles
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