Comulgar a Dios es tenerLe contigo literalmente, pero no Le vemos y ¡Claro!... ¿Cómo va a estar contigo Quien hizo el universo, inventó tus venas o tu alma? Y sin más, nos aventuramos a la Sagrada Comunión.
¡Somos templo de Dios!,
habrá que ser conscientes y estar en Gracia para recibirLe, porque llegará el
día en que salga “volando” de nuestra lengua o nos aplique Corintios 11, 27-29, que es
peor.
¿Sabéis que dice este
pasaje? Que, si no eres digno y Comulgas, te comes tu propia condena. La Comunión es tan seria y de tanta
responsabilidad...
Con pecados capitales o un montón de veniales, no se
puede Comulgar; Solo faltaba que te dé un “patatús” y te condenes por hacer lo
que te parece.
Inciso: No sé yo la reina de Inglaterra... mucha flor en Buckingham por su muerte,
pero ese país se alejó del Santo Evangelio hace más de 5 siglos. Que acepten a
Cristo no significa seguir su Palabra. Advertencia
en Apoc 22:18-19.
Jesús en vida dio el pan en
la mano a sus ministros, pero nosotros,
pueblo a rescatar para Dios... Me cuesta levantar la rodilla del suelo o tocarLe
con mis manos.
Después de Morir por nuestra
causa y perdonarnos en confesión miles de veces, me hace sentir lo mucho que Le
debo y por ser Dios a Quien recibo, sigo diciendo “Amén” aunque ya muchos tampoco digan “Cuerpo de Cristo”.
Roma, Roma... No te entiendo
¿Debería?
Emma
Díez Lobo
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