lunes, 10 de octubre de 2022

Partiendo la Palabra (Jn 1,1-5)

 


Comienza Juan su Evangelio diciéndonos qué en la Palabra estaba la Vida; Luz de los hombres que brilla en las tinieblas venciéndolas. Por eso Jesús dice que sus discípulos somos la luz del mundo (Mt 5,14). Efectivamente somos la luz que vence al mundo; a Satanás que engañó a Adán y Eva asegurándoles que serían como dioses (Gen 3,5) y nos convirtió en esclavos, en perritos suyos. Dios que es amor abolió está esclavitud y nos convierte en hijos suyos. 9,9-12)

 Nos envió a su Hijo para que con su Fuerza y su Luz sometiésemos al "padre de la mentira" (Jn 8,44) Irradiamos la Luz de nuestro Buen Pastor al mundo en la misma dimensión que la irradiaron los Apóstoles, por medio de la Palabra: "Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y palpado con nuestras manos acerca de la Palabra de la Vida, porque la Vida se nos manifestó... os lo anunciamos ... (I Jn 1...) 

 Desde entonces sus sucesores en el Discipulado, hoy día nosotros, vemos, oímos, palpamos, con los sentidos del alma, como dice San Agustín, la Vida que se manifiesta, se hace visible en la Palabra y la anunciamos. Nada hay mayor y más sublime en el mundo que esto.

 

P. Antonio Pavía

comunidadmariamadreapostoles.com

 

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