sábado, 11 de marzo de 2023

Partiendo la Palabra Domingo III Cuaresma (Jn 4, 5-42)

 


¡Si conocieras el don de Dios!

 Leemos en este Evangelio el encuentro de Jesús con una mujer samaritana junto a un pozo. La mujer había ido al pozo, que estaba a las afueras de la ciudad, cargando un cántaro. Cada día la misma carga y el agua de este pozo antiquísimo sería más bien insalubre y con parásitos. Esta mujer representa a los que buscan la vida fuera de sí mismos por no saber que su alma contiene las huellas del Dios Vivo y que da la Vida. Jesús compadecido de ella la dice: ¡Si conocieras el don de Dios! ¿De qué don habla? ¡De El mismo! El Hijo de Dios se encarnó para que busquemos la Vida, simbolizada en el agua, en Él, "Manantial de Aguas Vivas" (Jn 7, 37-38).

  Sus palabras, abren en nuestra alma, riquísima por las huellas divinas, "una fuente de agua que brota para la vida eterna" (Jn 4, 14) cumpliendo así esta profecía: "Sacareis agua con gozo de las fuentes de la salvación" (Is 12, 3).

 ¡¡Este es el don de Dios!! Su propio Hijo cuyo Evangelio es el Camino para ir al Padre, la Verdad que anula las seducciones del padre de la mentira (Jn 8, 44) y la Vida ante la que se estrella la muerte.

 Bienaventurados los que hacen del Evangelio el alma de su alma porque no tendrán que vivir cargados buscando aguas escasas y turbias, porque tienen en su alma el Manantial de Dios... ¡Si conociéramos este don de Dios!

  

 

P. Antonio Pavía

comunidadmariamadreapostoles.com

 

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