¡Si conocieras el don de Dios!
Leemos en este Evangelio el encuentro de Jesús con una mujer samaritana junto a un pozo. La mujer había ido al pozo, que estaba a las afueras de la ciudad, cargando un cántaro. Cada día la misma carga y el agua de este pozo antiquísimo sería más bien insalubre y con parásitos. Esta mujer representa a los que buscan la vida fuera de sí mismos por no saber que su alma contiene las huellas del Dios Vivo y que da la Vida. Jesús compadecido de ella la dice: ¡Si conocieras el don de Dios! ¿De qué don habla? ¡De El mismo! El Hijo de Dios se encarnó para que busquemos la Vida, simbolizada en el agua, en Él, "Manantial de Aguas Vivas" (Jn 7, 37-38).
¡¡Este es el don de Dios!! Su propio Hijo cuyo Evangelio es el Camino para ir al Padre, la Verdad que anula las seducciones del padre de la mentira (Jn 8, 44) y la Vida ante la que se estrella la muerte.
P. Antonio Pavía
comunidadmariamadreapostoles.com
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