lunes, 27 de marzo de 2023

Partiendo la Palabra Mi Buen Pastor (Sl 23)

 


Cuando Jesús, el Buen Pastor, pierde una de sus ovejas sale en su búsqueda como salió, por ejemplo, al encuentro de los dos Discípulos de   Emaús, que contrariados, habían dejado al resto de los Discípulos en Jerusalén. (Lc 24,13...). Cuando Jesús nos encuentra al habernos perdido, nos dice Lucas, que movido por una alegría incontenible nos acomoda suavemente sobre sus hombros (Lc 15,4-5).

 Muchas son las heridas que se nos abren a causa de nuestros desvaríos, pero Jesús que como dice Ezequiel no quiere la muerte del pecador, sino que cambie de conducta y que viva (Ez 18,23) nos recoge y cuida con ese Amor único que arde en su corazón de Buen Pastor.

 En el Salmo 23 revelación y descripción infinitamente bella de Jesús - Buen Pastor, leemos que Él hace recostar a sus ovejas en prados de hierba fresca, a los que San Agustín llama, los verdes prados de las Escrituras.

 Recostados y confortados con su aliento, pues nos encuentra quebrantados como cañas cascadas y mortecinos como mechas humeantes (Is 42,3) nos eleva hacia Él. Nuestro Buen Pastor que es " la Luz del mundo " (Jn 8,12), es garante de cada uno de nuestros pasos en nuestro caminar hacia Dios, nuestro Padre (Jn 14,6).

  Con su vara impide que nos desviemos y con su cayado nos defiende de la Gran Alimaña - Satanás - que pretende apartarnos de Dios. Si, Jesús es nuestro Buen Pastor que dio su vida por nosotros, sus ovejas (Jn 10,11).

  

P. Antonio Pavía

comunidadmariamadreapostoles com

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario