La Catequesis de este Evangelio es muy fuerte.
De nada sirve curarse la lepra
exterior -las apariencias- si persiste la interior, la del alma. La mirada de
Dios traspasa las apariencias; alcanzan el corazón. A los nueve que se vieron
curados por fuera ya les pareció suficiente, son aquellos a los que Jesús llama
necios, en el Evangelio. Necios porque no les importa el antro de maldad:
mentiras, envidias, avaricia, vanidades...etc. que pululan en su corazón como
dice Jesús (Mc 7,20-23). El que volvió donde Jesús, nos recuerda a aquel 10 por
ciento de israelitas que permanecieron fieles a Dios mientras que el otro 90
por cien que en Babilonia se adaptaron a los ídolos.
Dios llamó, a ese 10 por ciento "mis pobres” Los Anawin, y su Hijo les
dio el Nombre de "Pobres de espíritu" (Mt 5,3) Estos son inmensamente
Amados por Dios porque viven a contracorriente del mundo, Amadísimos por Él,
porque escogieron para su alma, a Jesús y su Santo Evangelio...que son
inseparables.
P. Antonio Pavía
comunidadmariamadreapostoles.com
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