Recordemos a este respecto la experiencia de Pedro. Recordemos que dijo a
Jesús en la Última Cena: "Daré mi vida por ti” " (Jn 13,37). No pudo
darla, no la logró por su debilidad.
Jesús resucita y vemos a ambos
sentados a la orilla del mar. Allí, Jesús le garantiza la Gracia- Fuerza para
apacentar sus ovejas. Ya se las puede encomendar (Jn 21, 15...).
A continuación, le dice: "Cuando
eras joven, tú mismo ceñías e ibas donde querías; es decir: quisiste serme fiel
y no pudiste. Ahora con la Gracia y la Fuerza que te doy, ya puedes. Vencerás
al Tentador como yo le vencí en el Huerto de los Olivos (Mt 26,38...).
Pedro ceñido, ajustado al Evangelio
de Jesús tuvo sus miedos, tentaciones y también caídas...pero terminó venciendo…
revestido de Jesús, su Señor venció al mundo. Recordemos la exhortación de
Pablo: "Revestíos del Señor Jesucristo" (Rm 13,14).
P. Antonio Pavía
comunidadmariamadreapostoles.com

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