lunes, 13 de octubre de 2025

Partiendo la Palabra Sl 45 (XI) (Jn 6,63b) "Mis Palabras son Espíritu y Vida"

 


 Miramos a Aquel, en cuyos labios se derrama la Gracia, a Jesús, Palabra del Padre, como le llamaban los primeros cristianos, y también la Gracia del Padre. Juan en su Evangelio dice que Él es la Plenitud de la gracia y la verdad (Jn1,14b).

 Lleno de Gracia y de Verdad, apunta al Resplandor de Dios, que nos santifica.  Sin embargo, el veneno de la mentira de Satanás deforma nuestros corazones.

Recordemos la primera predicación de Jesús en la sinagoga de Nazaret. Los "feligreses" admitieron que las palabras dichas por Jesús, estaban "llenas de gracia"(Lc 4,22). Sin embargo, inmediatamente se echaron atrás, pues al no tener que esperar ya al Mesías, ya no tenían excusa para no convertirse; había llegado el tiempo de recibir gracias al Evangelio, un corazón nuevo, como se había profetizado (Ez 36,25-27). Vieron inasumible eso del cambio del corazón. Lo de los rezos lo asumían, lo del cambio del corazón no, porque en su interior sabían que un corazón nuevo, supondría un cambio en su relación con Dios; tendrían que desechar las tibiezas y mediocridades a las que estaban abrazados... De ahí su rechazo a Jesús, que aumentó más y más hasta que fue Crucificado.

Rezar y rezar está muy bien...siempre que lo hagamos para tener la Sabiduría que emana del Evangelio. Sabiduría y Fuerza que dando un vuelco a nuestro corazón nos posibilitan llegar a ser Discípulos de Jesús. Si, para esto murió y resucitó Jesús, para darnos el Evangelio que cambia nuestra forma de ser y.…¡¡¡ Nuestra forma de rezar!!!! (Jn 3,23-24).

 

P. Antonio Pavía 

comunidadmariamadreapostoles.com

 

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