Lleno de Gracia y de Verdad, apunta al
Resplandor de Dios, que nos santifica. Sin embargo, el veneno de la
mentira de Satanás deforma nuestros corazones.
Recordemos la primera predicación de Jesús en la sinagoga de Nazaret. Los
"feligreses" admitieron que las palabras dichas por Jesús, estaban
"llenas de gracia"(Lc 4,22). Sin embargo, inmediatamente se echaron
atrás, pues al no tener que esperar ya al Mesías, ya no tenían excusa para no
convertirse; había llegado el tiempo de recibir gracias al Evangelio, un
corazón nuevo, como se había profetizado (Ez 36,25-27). Vieron inasumible eso
del cambio del corazón. Lo de los rezos lo asumían, lo del cambio del corazón
no, porque en su interior sabían que un corazón nuevo, supondría un cambio en su
relación con Dios; tendrían que desechar las tibiezas y mediocridades a las que
estaban abrazados... De ahí su rechazo a Jesús, que aumentó más y más hasta que
fue Crucificado.
Rezar y rezar está muy bien...siempre que lo hagamos para tener la
Sabiduría que emana del Evangelio. Sabiduría y Fuerza que dando un vuelco a
nuestro corazón nos posibilitan llegar a ser Discípulos de Jesús. Si, para esto
murió y resucitó Jesús, para darnos el Evangelio que cambia nuestra forma de
ser y.…¡¡¡ Nuestra forma de rezar!!!! (Jn 3,23-24).
P. Antonio Pavía
comunidadmariamadreapostoles.com
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