lunes, 27 de octubre de 2025

Partiendo la Palabra Sl 45 (XV) "Mis Palabras son Espíritu y Vida" (Jn 6,63b).

 


 Vimos la enorme riqueza que tiene el verbo ceñir en la Escritura; veamos ahora su aplicación en Jesús, pues es una profecía sobre Él, en su combate contra el mundo. Combate que venció, como Él mismo nos lo hizo saber (Jn 16,33).

Si, Jesús venció al mundo y puso en nuestras manos el arma divina, que desarma y deshace las artimañas, mentiras y falsas promesas, con las que su príncipe, Satanás (Jn 14,30) pretende seducirnos, como sedujo a Adán y Eva. El arma de nuestra victoria es, el Santo Evangelio de Jesús. Alguien podría decir: Si el Evangelio es nuestra arma victoriosa contra Satanás y sus seducciones.

¿Qué valor tienen los Sacramentos? La respuesta es clara. Los Sacramentos: Bautismo, Confesión, Eucaristía...etc., no han sido "inventados" por los hombres. Los encontramos en el Evangelio, por eso, lo mismo que el Evangelio es nuestra Fuerza de Dios para la Salvación como dice San Pablo (Rm 1,16) también los Sacramentos que del Evangelio manan, son Fuerza de Dios para nuestra Salvación.

 

P. Antonio Pavía 

comunidadmariamadreapostoles.com

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