Palabras que tienen la Fuerza de Dios y que hacen de nosotros hombres
nuevos como dice San Pablo (2 Co 5,17).
Palabras de Vida que nos rescatan de
tantas taras que nos oprimen.
Palabras que crean el Discipulado. A
todos alcanza este rescate de Dios. Innumerables y más que innumerables
son los rescatados a lo largo y ancho del mundo.
Conocemos a algunos de ellos,
empezando por los Apóstoles, a los que siguen una lista interminable de hombres
y mujeres que al escuchar el Evangelio depositaron en sus Palabras toda su
esperanza. Esta liberación universal de toda atadura, es lo que celebramos este
Domingo.
P. Antonio Pavía
comunidadmariamadreapostoles.com
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