Una
tercera parte del mundo no quiere oír hablar de Dios, y es que el maligno ha
impregnado sus vidas de sordera: Ante-sala del ateísmo… Lo peor es no darse
cuenta de las maniobras del mal; insistirá millones de veces hasta el último
día.
“Ese
tenebroso lugar” donde el mal nos quiere llevar -dicho por Jesús-, está repleto
de almas sumidas por siempre en el sufrimiento ¡A buenas horas odiar el mal!
Miles y miles suplicando y gritando en las tinieblas por la ausencia de amor:
Dios.
No
lo creáis y lo sufriréis con todos los sentidos. No es un invento de la Iglesia,
no es una falacia, sino una tremenda realidad, más real que la vida en que
vivimos. Ésta vida es como un sueño comparado con la VIDA.
VIDA en las moradas de Dios, o “MUERTE”
con vida, en las cloacas del infierno. Felicidad o tormento.
¿Por
qué creéis que hay tantas oraciones, misas, comuniones, confesiones, milagros y
avisos?, ¿Por qué Dios en la tierra?
¡Que
Dios ilumine vuestra razón! Comprendáis la perfección del mundo, la Pasión de
Cristo y su justicia implacable, pues de Dios son las leyes del universo y el
Amor; del maligno, el mal a tus semejantes y a ti mismo.
Dios
hizo hombres libres como a su Hijo, y llegaron merecidamente, el premio y el
castigo (hay pecados mortales;
hay un purgatorio casi
eterno). ¡Confiesa!, y te perdonará todo; lo está deseando para reducir
tu “limpieza en la lavadora” (los resquicios) y darte el ¡No va más!, sus
moradas.
No te
destruyas, ni destruyas a nadie con tu negación, recapacita.
Emma Díez Lobo
Emma Díez Lobo
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