martes, 8 de diciembre de 2020

El tiempo está enfermo

 


                                                             

Señor, hemos rezado, hemos hecho sacrificios, no nos atrevemos ni a vivir, tenemos el “DETENTE” en la mesilla y… Mira el panorama ¡Un desastre morrocotudo! Te enviamos cada día miles de almas a tu Palacio de Justicia con una naturalidad que espanta.

Ya, ya sé que los chinos son “la bomba” con sus extrañas costumbres y sus reencarnes (como siempre se vuelve aunque sea convertido en piojo…), nos tienen hechos polvo ¡Madre mía!

Sé que Tú estas con los que Te aclaman que no quiere decir que no nos vayamos de aquí en estos tiempos de enfermedad, pero quisiéramos que nuestras familias salieran adelante, que tengan tiempo para amarte, sabes que son jóvenes y que aún no aceptan la muerte, te pido que les ampares.  

Me dan una lástima enorme a la vez que un agradecimiento sin medida a aquellos que miran por nosotros a costa de su encerramiento y tiempo “perdido”.    

¡Vaya mundo que se está montando sin Ti!, y si los que Te Glorían somos los que antes nos vamos, ¿Qué va a pasar sin nuestras plegarias? Los vivos y los muertos, las necesitan.

Tu Israel incrédulo ha vuelto y las oraciones se esfuman como el viento… Hasta luego Señor, espérame un día más en la oración aunque ahora mismo me estás leyendo y lo sé, como también sé que todo esto y más estaba anunciado por Ti.

¡Guárdanos de las plagas, Señor!

 

Emma Diez Lobo

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