Pre-ocuparse es una manera excelente de no ocuparse de las cosas, ya que mientras damos vueltas a lo que podríamos hacer, a lo que los demás no han hecho o a lo que podría pasar, todos nuestros asuntos permanecen en un estado de parálisis que nos impide tomar decisiones y ponernos en marcha.
«La preocupación es endémica en nuestra cultura. Casi todo el mundo pierde una
increíble cantidad de momentos presentes preocupándose por el futuro. Y todo
ello no sirve para nada. Ni un solo momento de preocupación logrará mejorar las
cosas.
Peor aún, es muy posible que la preocupación anule tu eficacia en el presente».
La dieta de la preocupación, sin embargo, no debemos llevarla a cabo sólo en el
trabajo o en el ámbito de la salud, fuente de ansiedad continua que puede
llevar a una situación de hipocondría crónica. También en el ámbito sentimental
es una constante que puede llevarnos a pensamientos erróneos como estos que
menciona Wayne Dyer: «Si quieres a alguien, es el mensaje, debes preocuparte
por él. Oirás frases como "Por supuesto que estoy preocupado por ella; es
natural cuando quieres a alguien" o "No puedo dejar de preocuparme
porque te quiero". Así pruebas tu amor preocupándote suficientemente en el
momento apropiado». Sin embargo, demostrar amor por una persona no tiene nada
que ver con este sentimiento de pánico que promueve la preocupación.
En su best-seller "No te ahogues en un vaso de agua", Richard Carlson
expone algunos consejos para evitar que las pequeñas cosas, como reza el
título, nos dejen sin aliento.
El manual está dividido en cien capítulos breves en los que el autor
propone estrategias para controlar las emociones negativas
que nos llevan a preocuparnos por todo, y así saborear la vida. Algunos de
estos consejos prácticos son:
• No sufras por pequeñeces
• Vive el momento presente
• Haz las paces con la imperfección
• Realiza una cosa detrás de la otra
• Toma conciencia del efecto de bola de nieve de tus pensamientos
• Plantéate la pregunta: ¿Tendrá esto importancia dentro de un año?
• Repite para ti mismo «la vida no es una emergencia»
• Toma conciencia de tus estados anímicos y no te dejes llevar por
los momentos malos
• Relaja tu mente
• Aprende a vivir con la incertidumbre sobre el mañana
• Cambia la actitud que tienes hacia tus problemas
• Toma conciencia del poder de tus propios pensamientos
• Pregúntate siempre: ¿Qué es realmente importante?
En su libro "¿Cómo suprimir las preocupaciones y disfrutar de la
vida?", Dale Carnegie da unas pautas para dejar de lado las preocupaciones
y vivir de una forma más sana y plena. En una síntesis de la primera parte de
esta obra, Carnegie ofrece tres reglas fundamentales que han de servirnos para
controlar la preocupación:
• Regla 1: Vive solamente el día de hoy. No vivas en el ayer ni en el mañana.
Concéntrate en el hoy.
• Regla 2: Haz frente a los problemas.
a) Pregúntate: ¿Qué es lo peor que puede suceder?
b) Prepárate para aceptar lo peor
c) Trata de mejorar la situación partiendo de lo peor
• Regla 3: Recuerda el precio exorbitante que puedes pagar con tu vida y tu
salud, por las preocupaciones.
(Francesc Miralles)
No hay comentarios:
Publicar un comentario