Jesús, quiero
seguirte, pero...
Sondeamos un
punto catequético de este Evangelio.
Jesús
camina hacia Jerusalén con sus discípulos cuando de pronto un judío se le
acerca y le dice: " Te seguiré donde quiera que vayas". Jesús le
dice: las zorras tienen madrigueras y las aves nidos, y mientras que yo no
tengo donde reclinar la cabeza. Desconocemos la reacción de este hombre.
Si suponemos la sorpresa de los discípulos de Jesús. Sólo después de recibir el
Espíritu Santo que les prometió entendieron porque su Buen Pastor no tuvo donde
reposar su cabeza ni al nacer, en un pesebre, ni al morir, en la Cruz.
Jesús siempre
descansó en el Padre, en sus manos al hacer su voluntad...así nos enseñó a
todos quién es nuestro descanso: ¡El mismísimo!
Recordemos como
narra Juan su muerte: "Dijo Jesús, todo está cumplido e inclinando la
cabeza entrego el espíritu." (Jn 19,30)
Así murió Jesús y
así murieron y mueren sus discípulos; entregando nuestro espíritu a Dios
nuestro Padre.
P. Antonio Pavia
http://comunidadmariama.blogspot.com/
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