Queridos hermanos:
Esta semana comenzamos el verano, y con él
llegan las vacaciones para muchos de nosotros. Seguramente tendremos más tiempo
libre, más posibilidades de viajar, de compartir con la familia... Después de
dos veranos encerrados por la pandemia, las ganas de salir de casa son mayores
ahora que las normas sanitarias se relajan –aunque el coronavirus sigue ahí y
no conviene olvidarlo–.
Todos tenemos derecho a “disfrutar de
descanso y tiempo libre, que nos permita cuidar la vida familiar, cultural,
social y religiosa” (Concilio Vaticano II. GS 67), y recuperar fuerzas tanto
física como espiritualmente. Salir de nuestro ambiente cotidiano nos da la
oportunidad de descubrir otras formas de pensar y ver la vida, de acercarnos a
la naturaleza y respirar aire puro. El tiempo libre es más propicio para
escuchar y contemplar, para serenar el alma, para el diálogo y la armonía, para
el encuentro con personas amigas y queridas, para orar en la naturaleza o en
las iglesias.
En verano, los pueblos de nuestra extensa
geografía extremeña incrementan notablemente su población. Los niños y jóvenes
vuelven a llenar sus calles. Aparte de los preciosos parajes naturales, de los
ríos y las montañas, el patrimonio histórico-cultural es en gran parte de
carácter religioso. Las Iglesias son los monumentos más representativos en
muchas poblaciones. Son obras que han nacido del sentimiento religioso a lo
largo de la historia, y que también hoy siguen siendo «auténticos caminos hacia
Dios… una ayuda para crecer en la relación con él, en la oración» (Benedicto
XVI).
Para los que prefieran viajar, las
parroquias, los colegios y la misma diócesis ofrece algunas posibilidades para
desconectar en este periodo estival. Diversas instituciones, asociaciones y
movimiento con presencia en la diócesis (Cáritas, Scouts, Junior, JEC, Milicia
de Santa María, Formacionistas…) organizan campamentos para jóvenes y niños en
los próximos meses. La Hospitalidad de Lourdes retoma la peregrinación anual
con voluntarios y enfermos desde el día 30 de junio al 7 de julio. También
habrá en el Seminario un encuentro de seminaristas de toda España, en el que
algunos darán el paso al Seminario mayor.
Nuestros centros de estudios teológicos, el
Instituto de Teología “San Pedro de Alcántara” y el Instituto de Ciencias
religiosas “Nuestra Señora de Guadalupe” están acabando el año académico. Tras
dos años de interrupción, el XII Congreso teológico-pastoral “Raíces y
sinodalidad” ha puesto el broche de oro. La Iglesia en sínodo necesita la
comunión y la participación de todos en la misión, especialmente de los laicos.
En este sentido, la formación adquiere una importancia decisiva: para realizar
ministerios (diácono, catequista, lector, acólito, ministro de la comunión…),
para asumir responsabilidades en la evangelización (en las parroquias, en los
movimientos, en las cofradías, en Cáritas…), o para formar parte de los órganos
de decisión y consulta de la diócesis y de las parroquias.
Y tenemos la suerte de contar con un plantel
de profesores especialistas en teología que es una gran riqueza para toda la
diócesis. El Sínodo diocesano XIV encomendó a estos centros la coordinación de
la formación de los laicos (Orientaciones y disposiciones, n. 176). Invito a
todos los que puedan a aprovechar esta oportunidad. Además, ahora se abre la
posibilidad de hacer el grado en teología también en horario de mañana.
Por último, les recuerdo que el día 29 de
junio es la fiesta de San Pedro y San Pablo, el día del Papa. En esta jornada
damos gracias a Dios por nuestro Santo Padre Francisco, pedimos, de manera
especial, por su ministerio al servicio de la Iglesia universal, y contribuimos
con nuestras limosnas y donativos a su misión evangelizadora y de caridad. En
estos tiempos difíciles, de secularización y de crisis, este donativo, conocido
como óbolo de San Pedro, es un signo concreto de pertenencia a la iglesia y de
adhesión al Papa como símbolo de su unidad. Los animo a contribuir
generosamente en la colecta que se hace en las parroquias dedicadas a este fin.
Como esta será la última comunicación del
boletín diocesano por este curso, quiero desearles felices vacaciones a todos.
Con mi bendición,
+ Jesús Pulido Arriero
Obispo de Coria-Cáceres
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