viernes, 20 de junio de 2025

Fiesta del Corpus Cristi El Pan que te da la Vida (Lc 9,11b-17)

 


 

 Celebramos hoy la institución de la Eucaristía, celebrada por Jesús, en la noche que dio inicio a su Pasión. Noche en la que se dejó entregar y que, en el día siguiente, ofreciéndose como Víctima perfecta, derramó su Sangre para perdón de nuestros pecados (Mt 26,27).

Veamos este Amor inconcebible de Jesús al hombre, a la luz del arrepentimiento del rey David, de sus pecados de adulterio y asesinato. Profundamente dolido y arrepentido, súplica así, a Dios: ¡Lávame, Dios mío y quedaré más blanco que la nieve! (Sl 51,9, b).

 David representa al hombre dominado por sus pasiones de todo tipo, pero también representa a los que sin excusas oran así a Dios: Lávame a fondo de mi culpa, limpia mi pecado. (Sl 51,4 ...) La oración de David, nace de un corazón sincero:  Se está dejando reconstruir por Dios. Veamos como perdona Dios nos perdona a la luz de la visión que tuvo San Juan del Cielo:

"...Estos son los que vienen de la gran tribulación, han lavado sus vestiduras y las han blanqueado con la Sangre del Cordero” (Ap 7,14).

 Aunque el demonio nos "martillee" por los pecados de nuestra vida pasada, sepamos, que una vez confesados, hemos sido lavados y purificados con la Sangre de Jesús, el Cordero Inocente. Esto es lo que celebramos en la Eucaristía. 

P. Antonio Pavía 

Comunidadmmariamadreapostoles.com

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