" Mi alma está triste hasta el punto de morir...”
¡Velad conmigo! (Mt 26,38). Ninguno de los tres pudo confortar a
Jesús; estaban tan abatidos, que fueron vencidos por el sueño. Su
comportamiento nos parece monstruoso. No nos precipitemos.
Este acontecimiento es una Catequesis esencial para los que emprendemos el Camino del Discipulado. Llega un momento en el que damos un salto de calidad, desde la Fuerza de Dios: el salto más Divino que humano a la Fe Adulta. Lo damos cuando estamos en situaciones extremas, y nadie puede ayudarnos. Momentos increíblemente dolorosos, si...pero también gloriosos, porque será nuestro Padre quien nos va a ayudar y confortar, como ayudó y confortó a su Hijo.
P. Antonio Pavía
comunidadmariamadreapostoles.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario