viernes, 25 de julio de 2025

Partiendo la Palabra Domingo XVII del Tiempo Ordinario

 


 Jesús, enséñanos a orar

 De este Evangelio deducimos que los discípulos de Jesús estaban sorprendidos de su forma de rezar. Sabían que oraba en la noche al Padre (Lc 6, 12). Intuían que, para Él, orar no era tanto recitar palabras una tras otra sino estar con Dios. Y... ¿Cómo sería el diálogo de Jesús con su Padre?

 Por supuesto partiendo de los Salmos pues en ellos resplandecía su misión mesiánica; profetizaban su rechazo, desprecios y su condena a muerte. Podemos ver por ejemplo el Salmo 22. Los Salmos son nuestra oración por excelencia ya que, como dice la Iglesia son también profecías acerca de los Discípulos de Jesús. En este contexto entendemos que Jesús les, y nos, enseñase la oración por excelencia: Él Padrenuestro. Sí, porque solo en una relación con nuestro Padre, parecida a la de Jesús, nos permite descubrir la Grandeza Divina que supone ser Discípulos suyos.

El Padre Nuestro nos enseña poco a poco a saber que la oración es un estar gozoso "cara a cara con Dios". Él nos lo profetizó por medio de Moisés (Ex 33, 11).

 

P. Antonio Pavía 

comunidadmariamadreapostoles.com

 

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