lunes, 21 de julio de 2025

Partiendo la Palabra El Evangelio y sus frutos (V)

 


 Dice Jesús que el que detesta su vida en este mundo la guarda para la Vida Eterna. Aclaremos esto, para no equivocarnos. Cuando Jesús habla de detestar nuestra vida, no se refiere a un rechazo del mundo creado. Tengamos en cuenta que al culminar la creación del mundo    Dios fijando si mirada en "su obra" se alegró porque todo era bueno. (Gen 1,1...). Al decir Jesús lo de detestar su vida en este mundo, se está refiriendo a "la vida engañosa" que nos ofrece el Tentador prometiéndonos todo, si es que vivimos de espaldas a Dios, a sus Palabras. 

En realidad, nuestra vida solo se sostiene y alcanza su Gloria Eterna, si la ponemos en manos de Dios, y es entonces cuando le reconocemos como Padre, que nos cuida mejor que a las aves del cielo y las flores de los campos (Mt 6,25-34).

 A esta sabiduría para escoger se está refiriendo Jesús.

Puedes ponerte en manos de Satanás que te deslumbra con sus fuegos artificiales que se apagan cuando no dan ya más de sí, o escoges ponerte en las manos de Dios, en cuyo caso entonces se cumple en ti, la profecía hecha por Él a David: "Yo seré para él un Padre y él será para mí un hijo" (2 Sam 7,14).  Dios mantiene esta profecía-promesa:  Nadie puede escoger por ti, solo tú decides.

 

P. Antonio Pavía

comunidadmariamadreapostoles.com

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