Uno de los dos que oyeron las palabras de Juan y siguieron a Jesús era Andrés, el hermano de Simón Pedro.
Al primero que encontró fue a su propio hermano Simón, y le dijo: "Hemos encontrado al Mesías", que traducido significa Cristo”.
Entonces lo llevó a donde estaba Jesús. Jesús lo miró y le dijo: "Tú eres Simón, el hijo de Juan: tú te llamarás Cefas", que traducido significa Pedro.
Al primero que encontró fue a su propio hermano Simón, y le dijo: "Hemos encontrado al Mesías", que traducido significa Cristo”.
Entonces lo llevó a donde estaba Jesús. Jesús lo miró y le dijo: "Tú eres Simón, el hijo de Juan: tú te llamarás Cefas", que traducido significa Pedro.
Jn 1, 40-42
Si Tú me
miras, no fallaré.
Si mis ojos se
encuentran con los tuyos mientras mi vida discurre y se enreda en el día a día,
entonces, no dudaré.
Sabré que mi
corazón se confunde y solo no hierra si Tú me miras.
Sabré que,
hace tiempo, debí empezar a amar a quien no amo; que el primer paso siempre
debe ser el mío; que se encuentra a los demás si se les busca.
Tus ojos
mirándome, me descubren la otra Vida; la que no vemos con nuestros ojos.
La que no
podemos descubrir porque nuestra mirada, sola, no tiene luz.
Tus ojos son
lo que nos regalan el mundo y nos redimen de la ceguera.
El
Señor libera a los cautivos,
abre los ojos de los ciegos
y endereza a los que ya se doblan
abre los ojos de los ciegos
y endereza a los que ya se doblan
Salmo 146,8
Olga Alonso
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