Esto sucedía hace un
porrón de años… Cuando en una Consagración se hicieron visibles al ojo humano,
la CARNE y la SANGRE de Cristo.
No fue una
transubstanciación (conversión del pan y vino en Cuerpo y Sangre de Cristo,
conservando los accidentes de su apariencia), no, fue literal, tangible.
El
milagro se debió a causa de un sacerdote atormentado por la duda.
Cada día en la Eucaristía,
se preguntaba: ¿Será verdad que es su Cuerpo y su Sangre derramada por nosotros?...
Y celebraba la Consagración con verdadero sufrimiento; la fe estaba en juego ¡quería
creerlo, pero no podía!
Y mira por donde, Dios
hizo el milagro ante sus ojos. (Llego a presenciarlo yo y del salto que pego,
me quedo instalada en la cúpula gritando… ¡Ya lo decía Jesúuuuuuus!!!
Muchos creyeron en ese
momento pidiendo misericordia a Dios. ¿Cuántos hay que lo dudan y de hecho no
van a misa? ¿Para qué? La fe es la verdad o la verdad es la fe. Si aceptaran el real milagro, las Iglesias se
colapsarían, pero no hay sufrimiento de fe en el alma…
La Carne de la Hostia, pertenecía
al endocardio, miocardio y ventrículo izquierdo de un corazón humano vivo; al
igual que la Sangre, con los mismos elementos de una Sangre viva y coincidente
con la Sábana Santa de Turín.
En el Cáliz, la Sangre se
dividió en cinco partículas de diferentes tamaños y formas. Después de una
investigación, vieron que todas las partículas, juntas o por separado, pesaban
lo mismo, es decir, daba igual poner en la balanza, una que cinco, el peso no
variaba.
Sí, tiene explicación
aunque no para los físicos: En cada gota
de Sangre derramada por Jesús, están todos los pecados del mundo, por tanto, cada
una de ellas o todas juntas, llevan la misma carga y el mismo peso. No pesarían
más cien grandes (si las hubiera), que una sola y pequeña…
Con la Sagrada Forma
sucede algo parecido: En cada átomo de su composición, está el Cuerpo de
Cristo, razón por la que hay que tener exceso celo al Comulgar cuando tú pones la
mano… ¿Quedará algún residuo en nuestros dedos? Los apóstoles recibieron el Pan
en la mano, es verdad, pero a mí me da terror tocarla.
Este milagro de
Lanciano (Italia) como el de Betania en Venezuela, no son únicos en el mundo. Ha sucedido antes y ahora
en el siglo XXI y ningún científico hasta hoy, ha sido capaz de explicar porqué
ese Corazón y esa Sangre, siguen aún vivos.
Id a ver la verdad y si
no podéis, creed sin ver y seréis Benditos de Dios.
Emma Díez Lobo
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