viernes, 31 de julio de 2015

Sí, el Averno…




Una vez me dijeron que un cristiano no debía hablar del infierno… Pero yo creo que sí; no por asustar ni mucho menos, pero es tan real como el cielo. Jesús lo menciona muchas veces. ¿Por qué no he de hacerlo yo? Él avisa, yo le copio.


Como lo oís, lleno hasta los topes más indescriptibles, tan tremendo y oscuro como la noche desde el alfa de los tiempos. Fue elaborado por la envidia y el odio de un ángel y, desde entonces roba almas a Dios. Qué ¿cómo? Haciendo uso de nuestra libertad:

¿Por qué crees que Dios vino a la tierra sino para evitarnos el eterno “rechinar de dientes”? Esto no es una “peli” de terror amigo, es el terror mismo puesto en bandeja…   

¿Qué no? ¿No vemos el mal cada día, mintiendo, fornicando, asesinando, criticando, juzgando etc. y siempre con razones absolutas?: Porque se lo merecía;  porque con la verdad, “pagas”; porque hay que vivir el momento; porque hablar de otros nos encanta, porque… ¡Yo qué sé!, hay pecados graves y menos graves pero a miles… Lenguas viperinas y manos diabólicas que no confiesan... 

Sí, ahora me doy cuenta de muchas cosas que hoy intento evitar a toda costa. Y ¿sabéis que he ganado? Poder sentarme en la mesa de cualquier amigo… Si me hablan, soy tumba; si critican, defiendo; si juzgan, amparo… Me da lo mismo si me dicen que nada entiendo o que no quiero escuchar y ¡claro que escucho y lo saben! Pero no alimento…   

La falta de caridad es una herida que nos infringimos sin conciencia y si además no nos ponemos en manos de Dios… ¡Malo, pero malo! Estamos actuando en sincronía con el “mal”, aquel que nos rodea día y noche para atraparnos.     

Reaccionemos; el Calvario de Dios por ti y por mí, es más grande que el odio que ese ángel nos pueda tener, pues ¿qué hizo éste para atraernos? NADA; ¿qué hizo Dios para salvarnos de sus garras? MORIR torturado… Y con su perdón, abrirnos el cielo. Nos dejó mensajes y ejemplo de vida: “Amaros los unos a los otros como yo os he amado”;  “Cumplid con los Mandamientos de mi Padre… Yo no he venido a abolir ninguno, sino a completarlos”; “Porque Yo hablo por boca de mi Padre”.

Amemos al mundo y el mundo cambiará; cambiemos el “chip” y el averno tendrá que cerrar sus puertas y, llegará el día en que Dios modificará la frase y dirá: “Muchos los llamados y más aún los escogidos”. 

¡Ojalá Dios, ojalá!, y gracias por todo. Tenemos la Santa Eucaristía para alejarnos del averno y pasar de “refilón” por el purgatorio… ¡Pufff!, esto debe ser la pera limonera, pero con consuelos de todas marcas y al final, el cielo ¡Oéeee Oé Oé Oéeee!!!  

Y Dijo Dios: “¡Empezad ya y la frase se modificará por sí sola, porque os quiero hasta morir! Pero atiende: Yo no te obligo a venir conmigo si no lo deseas, pues “de igual modo que no te llevo al cielo sin ti, tampoco sin ti, lo hará el demonio”, tú elijes.


Emma Díez Lobo

No hay comentarios:

Publicar un comentario