Resulta
que esta tarde Dios me dio un par de horas geniales y, ésta mañana dos ángeles
suyos me enviaban mensajes de su parte.
Es
que Dios me entiende y sabe lo que sabe y hace lo que quiere si me pongo en sus
manos y lo hice. No sabía que después de cinco horas, Él me daría un respiro…
¡Bonito sueño!!!
Sí,
porque era un sueño genial y si no es por Él… Nunca sabes dónde está su
consuelo y hoy lo tuve en mi habitación a solas, con mi respirar febril y
dificultoso.
Salió
mi tierra, mi ciudad, mi familia, mi “amado”, mi juventud madura, mi vestido
blanco hasta los pies, mi pelo largo recogido a los lados y una cara alegre y tímida
que deslumbraba desde dentro.
Sí,
me sentí querida por la tierra y agradecida por el cielo. ¡Qué horas tan
lindas! Y no es que pueda respirar bien, ni tengo amado ni vestido… Pero la
vida son momentos y estos me los regaló Dios mientras dormía.
¡Claro que la vida sigue igual y no ha
cambiado! Es lo de menos, Él también tenía momentos buenos a pesar de su
angustia diaria…
Sólo
puedo decir, gracias Dios por elevarme a un mundo inexistente pero real en
sentimiento. Me dejo caer en tus brazos y aunque no Te pida nada, Tú me lo das.
No importa dónde, no importa qué, no importa si es real o no, lo que importa es
“vivirlo” y yo lo he vivido así y me vale.
Espero
que tengáis unos bonitos sueños sin dificultades ni cadenas de la tierra, porque
soñando también pasa la vida…
Emma Diez Lobo
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