Descendiste aquí.
Viniste al lugar de la
miseria, al mundo que casi nunca te llama pero escuchaste a unos pocos que te
pidieron venir.
Descendiste y nos
hablaste, nos miraste y nos dijiste que la vida verdadera se descubre desde
abajo
Descendiste y
denunciaste, defendiste la verdad en un mundo que prefiere la mentira a la
claridad, la oscuridad a la luz.
Descendiste y
salvaste a muchos de sus vidas sin sentido y otros muchos se sintieron
denunciados por tu Luz.
Descendiste y te entregaste,
te rebajaste y aceptaste el lugar de los malhechores
Te mataron, te colgaron
de una Cruz, te insultaron, te vejaron y se rieron de ti.
Y, justo en aquel
momento, desde aquella Cruz de vida, descendiste y regresaste al amparo de tu
madre que te recogió en sus brazos y te entregó con amor de nuevo
al seno del Padre, desde dónde nos esperas a los que peregrinamos por este
mundo, aprendiendo a descender.
(Olga)
comunidadmariamadreapostoles.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario