El pasado 12 de octubre celebramos los 30 años del nacimiento de nuestra Diócesis de Getafe. Ese día, en 1991, con el comienzo del ministerio pastoral del que fuera el primer obispo, D. Francisco Pérez Fernández-Golfín, nacía una nueva Iglesia particular para atender las necesidades pastorales del cada vez más grande sur de la Comunidad de Madrid. El santo Papa Juan Pablo II erigía esta Diócesis desmembrándola, junto con la de Alcalá, de la de Madrid.
La nueva
Diócesis nació con gran impulso misionero, facilitado por una población joven y
dinámica –durante años, Getafe ha sido la Diócesis con más jóvenes de Europa–,
junto al ardor pastoral del obispo, que fue trazando el camino del presente y
del futuro. Hoy, después de 30 años, hemos de reconocer y agradecer esta herencia
que recibimos como un don de Dios y que
hemos de continuar en el hoy de nuestra historia.
Al primer
obispo le sucedió Mons. Joaquín María López de Andújar, que durante tantos años
ha guiado la marcha de esta Iglesia con sabiduría, humildad y entrega, ayudado
por sus obispos auxiliares, Mons. Rafael Zornoza y Mons. José Rico Pavés; por
el presbiterio diocesano, por los consagrados y por el pueblo santo de Dios.
Pero hay que reconocer que la labor ha sido posible no solo gracias a las
instituciones exclusivamente vinculadas a la figura del obispo diocesano, sino
que estos 30 años ponen de manifiesto la importancia de que el obispo haya
confiado y trabajado con asociaciones, movimientos eclesiales e institutos de
vida consagrada.
La
promoción de la familia y de la vida ha sido uno de los ejes de estas tres
décadas. Muchas han sido las iniciativas tanto parroquiales como de diversos
movimientos y de familias religiosas y diocesanas para ello. Quiero destacar la
creación del Centro de Orientación Familiar (COF).
Las
vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada han sido otros de los esfuerzos
que la Diócesis ha puesto en marcha a lo largo de este tiempo. Hemos sido
bendecidos con la llamada al sacerdocio en la vida religiosa de multitud de
jóvenes, y también para el clero diocesano. El Seminario Diocesano fue unas de
las primeras instituciones que se pusieron en marcha en la Diócesis y cuyos
frutos pueden contemplarse con la perspectiva de este tiempo.
No
podemos olvidar el despliegue de la caridad en la Diócesis en estos 30 años:
Cáritas, hospitales, cárceles, inmigrantes, pastoral obrera, etc.
La
caridad cristiana se convierte así en un medio de evangelización y, por
consiguiente, de desarrollo de la humanidad entre los más desfavorecidos.
Estos, que pueblan nuestras a veces envejecidas poblaciones, ven de esta manera
en la Iglesia no solo un lugar donde se sacian las necesidades básicas, sino
también un referente para la construcción de una nueva sociedad.
Finalmente,
la Diócesis ha cooperado con las diversas instituciones públicas –en especial
con los ayuntamientos– y privadas.
En todo momento se ha querido lograr siempre el bien común, que es uno de los
servicios que la Iglesia debe prestar a la sociedad.
Esta es
nuestra historia, breve pero llena de vida y de perspectivas. Ahora, el Señor
ha puesto el presente de la evangelización en nuestras manos y nos invita: “Id
también vosotros a mi viña”.
Vivimos
un tiempo nuevo con grandes desafíos, y también grandes oportunidades. Unos y
otros los asumimos con gran confianza en el Señor, renovando nuestro compromiso
para que Jesucristo sea conocido y amado por todos.
Queremos
construir una Iglesia que sea hogar para los que se acercan, pero no una
Iglesia encerrada en sí misma y en sus problemas, sino una Iglesia abierta, que
sale al encuentro del hombre; que quiere ser samaritana para curar las heridas del corazón del humano.
Ahora
emprendemos con toda la Iglesia un camino sinodal. Caminamos juntos, somos
pueblo en camino hacia el Cielo, que es nuestra meta, nuestra patria
definitiva.
Getafe es
una Diócesis mariana. Son muchas las advocaciones que se veneran en nuestra
geografía, y es la Virgen de los Ángeles su patrona, a la que encomendamos
nuestro presente y nuestro futuro.
A todos
os saludo con afecto, al tiempo que os bendigo,
+ Ginés
García Beltrán
Obispo de
Getafe
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