Unida a ti, muy dentro, siempre acompañada.
Parte de mí, nunca sola, tú siempre
inseparable.
A quien acudo, a quien llamo, a
quien suplico y consulto.
Tú mi confidente, mi luz, mi refugio
ante el dolor y el miedo.
Tú mi apoyo, mi lugar desde donde
miro el mundo.
Tú la distancia para ver con
claridad.
Tú que contienes mi ira y mi voz.
Tú maestro de la espera, tú siempre
calma y serenidad.
Tú que dibujas mis días y en quien
pongo mi mañana.
Tú siempre, Señor, bendita elección,
bendito por siempre a tu lado, mi Dios.
Olga Alonso
http://comunidadmariama.blogspot.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario